Historias de Jamor - Intendente de ikariam

Luisin, esto te va a gustar.

Para el resto: jamor es un compañero de juego en iota, que escribe, me atrevo a decir, mejor que el mismísimo mendigo, y me pasa sus historias por MP.

Como son tan tan buenas, voy a compartir alguna con ustedes; siento haber extraviado los dos primeros capitulos, pero en fin, aquí les dejo este y ya notarán de que iban los anteriores:

Citación :

La Feria de Inventos.

El otro día me levanté cansado del poco espíritu de mis ciudadanos. La ventana de mi habitación es lateral y da a la puerta de la Academia. Cada día sale el tipo de la boca metálica, borra el cartel y pone un número menos... faltan 30 días para el próximo invento...
No me atrevo a encarar al jefe de la Academia, después del enfado que pilló conmigo y del portazo que me arreó a mi espalda no me veo con ánimos de pedirle que acelere sus trabajos... he reconocido al comerciante definitivamente (tanto verlo al final me ha iluminado al memoria) y si a este pobre hombre le ha llenado la boca de hierros por romperle las gafas y una ventana, siento escalofríos de pensar que yo le dije que no a sus planes de ampliación y de más cristal... puedo verme en un armario de eso de cristal y sin poder salir... ó en la máquina del frío... no, he de buscar alternativas, me dije.

Y se prendió una bombilla en mi cabeza (luego ví que era un reflejo de un escudo, pero que más da).

He montado un concurso de inventos entre mis ciudadanos !!!
Y se han apuntado muchos... debe ser cosa del aburrimiento.

Hoy han empezado a llegar con sus 'novedades'.

Ha venido una mujer ilusionada, llevaba en las manos una rueda con un mango y un cuenco de leche en la cabeza. Se planta delante, pone el cuenco en la mesa, y con el artilugio empieza a mover la manivela y la rueda a mover la leche... fantástico... una leche que se mueve... cuando estaba a punto de mandarla a paseo, además se ponía roja como un tomate, me dice que espere... la leche ha empezado a ponerse espesa y a hacer montañitas raras. Después de un rato para de trabajar y me dice que pruebe, la leche-montaña era diferente, sabrosa y apetecible. Me dice que si, que esta mejor, que ella la llama nata y que si se pone en frío aún es más espectacular.
Y me da el nombre del invento: Minimolinete... dice. Lo apunto.

Luego ha llegado un tipo sucio y maloliente... me dice que estamos matando los bosques y que él tiene la solución al problema. Se saca de debajo de la camisa una bolota negra, la pone en un plato y le prende fuego. Indescriptible, ha sido flipante… una humareda gris, picante y olorosa se ha esparcido por todo el despacho, la ventana parecía que no daba salida a tanto humo, se han presentado mis ayudantes con los expediente para ventilar (he aprovechado para quemar alguno, que tengo muchos), los honderos con cubos de agua, la campana del puerto atronando y la ciudad corriendo por las calles… al final hemos conseguido apagar la bola pringosa.
Y, lo mejor, le pregunto que es cuando consigo restablecer la calma y el tío me dice que es un elemento natural que sirve para quemar. Sólo de imaginarme que en cada casa van a sacar esos humos y esos olores me han entrado arcadas. Y cuando se me ha ocurrido preguntarle de donde ha salido ya he desentrañado el misterio… el tipo se ha entretenido (que ya son ganas) de recoger todas las mierdas de cabras de la ciudad y de las minas para acumularlas y hacer bolas de quemar, que tiene 3 establos llenos me ha dicho.
Lo he sacado del palacio a empujones y se lo ha dado a mis hoplitas, para que, sin tocarlo, con sus lanzas, lo empujaran al mar. Hemos pillado un gato (vuelven a estar las calles llenas, habremos de hacer estofado comunal) le hemos quitado el cascabel y se lo hemos puesto al guarro de las cabras.
Y, hala, al mar.. tanto chapoteo ha atraído a los delfines y han empezado a pasárselo de unos a otros (como la campana, hacía ruido) y entre salto, remojón, pirueta y arrastre me lo han dejado limpio como las arcas de palacio después de pagar a los soldados… me caen mejor los animalejos estos, mira.

He empezado con el siguiente. Otro frikie… porque tengo tantos yo ???, no hay en las demás islas ???... bueno, eso, un tipo con barba de hace días, un delantal de cuero, varias cicatrices, barrigón, en una mano le faltaban 3 dedos y la nariz indicaba que era cliente de mi taberna principal.
Ya estaba a punto de lanzarlo escaleras abajo cuando me dice que tiene cosas diferentes.
Me ha sacado un escudo fantástico, grande, limpio y brillante. Parecía un espejo. Me he reído, los hoplitas no pueden con ese espejo tan grande y como no lo usen para peinarse (le digo yo)… risotadas del panzón… y dice que no, que no es para los hoplitas, que es para comunicarse.
Helado me he quedado. Me ha dicho que tiene un hermano en otra isla y que han empezado a hacer juegos de luces para comunicarse a lo lejos sin esperar a los barcos que llevan las cartas y los paquetes. Que lo han probado y que se entienden, que esta mañana ya se han saludado y que funciona, que sólo es cosa de ponerse de acuerdo en como usarlo.
Y me he quedado contento, la lucecita de esta mañana era eso. Una señal de los dioses de Iota. Él era el ganador, le he pedido que construya unos cuantos para todas mis islas y le he ofrecido sitio en mi ciudad… pero ya tiene, parece ser que lo echaron de la Academia por beber demasiado y se ha montado un ‘taller’ dice él, que pase a visitarlo un día de estos.
Me ha gustado este tipo, tengo que saber más de él.
He salido a la calle con mis mejores sandalias y le he nombrado ganador.
A la mujer del molinete me la quedo de cocinera, lo de la nata estaba bueno y quizá me consiga mejorar el gato asado, la leche de cabra y la uva de postre, que ando un poco cansado de comer siempre lo mismo.
Los delfines no me han devuelto al guarro de las cabras, es un consuelo hasta que encontremos los montones de ‘quemante natural’ que dijo tener acumulado.

felicitale de mi parte, esta muyyyy bien la historia, quiero mas

que monte una web con todas las historias porfavor!!

Va otro capítulo, no es tan bueno como el anterior, pero vaya que inspirado!!!

Citación :

Tirando de la manta.

Ayer salí a pasear por la ciudad. Da gusto ir mirando las calles recién barridas, los niños persiguiendo las ratas (ayer hubo fiesta gastronómica y quedan pocos gatos), las mujeres con sus bigotes sin depilar y los soldados con sus ejercicios de piedras y lanzas. Desde que levanté una red delante del puerto me rompen menos velas de los mercantes, pescamos menos eso sí... pero me ahorro muchas monedas de oro en reequipar los mercantes.

Un ruido distante me ha atraído hasta cerca de las murallas, justo donde parece terminar la ciudad hay un caserón desvencijado y un entramado de cobertizos del que salen ruidos de golpes y de mando. Resulta que era mi amigo el inventor. Aquel de los dedos desaparecidos y del escudo para comunicarse.

El taller era como un jeroglífico por descubrir, trozos de hierros, maderas, trapos sucios, bidones llenos de arena, depósitos de agua y suciedad por todas partes.

Al fondo una hoguera, inmensa, entre bloques de piedra. Y allí el panzudo gritando a la gente que corría a su alrededor, unos chavales cargando cosas extrañas y otros mayores aporreando piezas y cuero.

Al verme ha sonreído (eso creo, ó me enseñaba que aparte de dedos le faltan otras cosas... mejor no le pregunto) y ha dejado de vigilar a los demás para venir a verme.

Se ha fregado las manos en la ropa y no sé si ha sido peor. Creo que el tema jabón no es muy popular por estos rincones. Al verme un poco indeciso me ha dado un abrazo y, sospecho, que la túnica azul que llevaba ya no será azul ni lo volverá a ser nunca. Es más, creo que cuando vuelva a mi habitación dejará de ser túnica.

Total que agarra del brazo y me lleva de mesa en mesa enseñándome como martillean piezas en unos vestidos, como colocan piezas que sacan del fuego en bloques de madera y como sacan espadas rojas del fuego y las ponen en agua (será para hacer humo, porque las espadas no son para el agua según dicen mis soldados)... en fín, muchas cosas de las que comprendo poco.

Me ha llevado a un rincón y ha sacado un botellón de vino y unos vasos de metal un poco asquerosos, se ha llenado uno y lo ha vaciado. Esa nariz era inconfundible, es cliente de mis bodegas, y de los buenos... por la velocidad de consumo que tiene.

Cuenta que están haciendo uniformes (???) para los soldados, para que resistan más en batalla, que pesan un poco, pero que tendremos menos bajas.

Hombre... práctico si que és, pero también es un problema, se morirán menos y los tengo que mantener a todos. Ya me veo haciendo sorteos para mandarlos con los barcos viejos a ver si Poseidón me hecha una mano y los 'jubila' por mí.

Y dice que también mejora los barcos con la madera y el hierro y que prepara unas lanzas que se pueden encender con fuego... todo muy chulo, pero muy de irse a pelear con los demás. Le he preguntado si tenía algo más normal, un sillón cómodo, unas cajas de cristal bonitas, un juego de pinturas (tengo los museos con telarañas, parece mentira que poco les gusta la cultura a esta gente y a los de las demás islas)... me ha mirado raro, como enfadado y se ha reído. Dice que para tonterías están los de la Academia que el hace cosas serias para ser temido, no para ser un acomplejado. No sabía muy bien que decirle cuando se ha levantado como una fiera y ha lanzado el vaso por encima de mi cabeza...

Que susto. Casi me arranca la oreja con el vaso metálico. Eso si, la túnica nunca volverá a ser la misma definitivamente, el vino ha pasado a ser parte de la tela como lo deben ser las marcas del amigo en mi espalda.

El tipo ha empezado a gritar y al girarme no he visto nada. Pero él ha pillado el otro vaso y lo ha tirado (esta vez me he apartado y no me ha tocado). Pero le ha dado a un trapo de la pared... que ha gritado !!!

Detrás del trapo ha aparecido un tipo extraño, blanco y sudoroso. No le había visto nunca... y el panzudo le ha lanzado un martillo que le ha dado en el pie cuando salía corriendo. Los demás han dejado los martillos, las chapas y el fuego y se han arremolinado alrededor del nuevo espécimen.

El pie ha quedado hecho una pena, pero el aspecto era deplorable en todo el conjunto. Un tipo debajo de una manta y corriendo por los rincones.

Resulta que era una cosa llamada espía, que andan corriendo por las islas intentando averiguar que hacen los demás y que siempre van con una manta encima para que no les vean... no, no les van a ver, cualquier día morirán de sudor debajo de ese trapo. Dice el tipo que viene de otra ciudad, que tienen nosecuantas cosas, nosecuantos soldados y mucho oro. Pues me alegro por el otro jugador, que quieres que te diga. Cuando se le ha pasado el miedo ha dicho que no dirá nada y mi amigo panzón me ha pedido si lo puede retirar... no lo entiendo muy bien, pero le he dicho que sí y en sus manos se lo he dejado, lo han pillado sus colaboradores y se lo han llevado.

Y me ha contado que ese caserón viejo que he cruzado antes de llegar es el mío, mi centro de espías... resulta que tengo una casa vieja, que da pena verla y que dentro viven tipos con mantas encima (con el sol que hace siempre) que se dedican a saber que hacen los demás... pues como lo pongan por escrito vamos a tener un problema, si se enteran que en tal casa comen gato y en la otra pescado podrido me van a cerrar los puertos de medio mundo. Cada día descubro cosas más extrañas en esta ciudad.

Pasado el lio, ha recogido los vasos (un poco maltrechos), les ha dado un par de martillazos en una mesa, ha escupido dentro, le ha pasado un trapo aún más guarro que mi túnica y los ha vuelto a llenar. Se ha quedado raro al decirle que no, que me iba, pero se ha bebido los dos en un momento y me dado otro abrazo.

Me he ido por otro lado, no quiero ver el viejo caserón de momento y tengo ganas de quitarme la piltrafa azul que llevo puesta. Me vuelvo al palacio, que la mujer de la cocina me estaba preparando nata y, comparándolo con el gato y el vino, voy a quedarme como los dioses de Iota... tengo que probarla con otras cosas, quizá mezclada con fruta...

Delante de la Academia el letrero que cambian cada mañana: Faltan 21 días, el vejete aún debe odiarme.

Genghis, dices que el 2º no era tam bueno?
Me eh tirado mas de 10 minutos riendome que casi me da algo, que no podia respirar.
Olle, felicita a tu compañero y si pones mas por aqui, será de agradecidos darte las gracias por estas lecturas.

Con impaciencia la siguiente